Danisha Livingston Henry nació en 1995 en Providencia y se crio con su mamá y sus hermanos. Desde muy pequeña mostró un profundo gusto y una singular destreza por la actividad física, las cuales fueron creciendo con el pasar del tiempo, por lo que, a los 17 años, decidió convertirse en una deportista de alto rendimiento y abrirse camino en otros lugares, sin saber que, nueve años después, regresaría al lugar que la vio nacer para presenciar los dos eventos más dolorosos de su vida.
Una vez terminó sus estudios en el colegio, dejó su amada isla para buscar, en Medellín, la oportunidad de hacerse una de las mejores jugadoras de sóftbol del país, inspirándose en Claudia León, una leyenda nacional de este deporte. Gracias a sus capacidades, rápidamente se ganó un espacio en la selección femenina de Bolívar, para luego hacer parte de la selección Colombia, con quienes ha representado a la Nación, orgullosamente, en distintas competencias internacionales
“Siempre he tenido a Providencia en mi corazón, pero lamentablemente los deportistas isleños tenemos que jugar para otras ciudades por la falta de apoyo; sabía que acá no hubiera tenido la oportunidad de lograr las cosas que he alcanzado hasta hoy, entre esas, poder ayudar a mi familia a tener una mejor calidad de vida y darle mayor visibilidad a la isla”, puntualiza la deportista.
Mientras disfrutaba del auge de su carrera, a finales de 2020, Danisha tuvo que volver con su hija a Providencia para estar junto a sus hermanos y sobrinos luego del fallecimiento de su madre.
Lejos de pensar que las cosas pudieran empeorar, Danisha y sus seres queridos tuvieron que soportar los embates del huracán Iota. La casa de su madre, en la que ella había crecido, no fue ajena a los vientos de hasta 250 km/h, y quedó completamente destruida.
No obstante, los restos de la edificación sirvieron para que Danisha y su familia se mantuvieran con vida, mientras el huracán destrozaba todo lo que encontraba a su paso. Una vez superado el trágico evento, las entidades gubernamentales, encabezadas por Findeter, aceleraron el proceso de reparación y reconstrucción para poder entregar, a la mayor brevedad, una vivienda digna a esta familia que, en menos de dos meses, sufrió dos situaciones traumáticas.
“La pérdida de mi mamá ha sido la situación más dolorosa que he tenido que afrontar, y después, de repente, perdí todo lo que mi familia había construido; la situación física, emocional y material era difícil, sin embargo, gracias a la ayuda del Gobierno Nacional y de todos, logramos mejorar rápidamente nuestras condiciones de vida y recuperar la esperanza de seguir adelante”, dice Danisha, mientras muestra una sonrisa de alivio.
A pesar de que el deporte ocupa una gran parte de su vida y su tiempo, lo que más disfruta la campeona de sóftbol es compartir tiempo con los suyos, por eso, aunque actualmente vive en Cartagena, viaja constantemente a su tierra natal para visitarlos y disfrutar de la casa que Findeter le construyó, con una estructura resistente y todas las características de vivienda que demanda esta zona del Caribe colombiano.
“Agradezco a todos los que me ayudaron en este momento difícil y, en particular, a Findeter, por haberme construido una casa tan bonita. Hoy contamos con habitaciones cómodas, baño elegante, una cocina, un comedor y una sala amplia, entre otros espacios, que nos permiten realizar reuniones que no podíamos hacer antes, cuando mi mamá estaba viva. Ojalá ella también la hubiera podido disfrutar”, concluye Danisha.
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