Cuando Soraida, Valery y Luz Estela regresaron al colegio, lo que más les gustó fueron los baños. El agua que tenían para asearse, y los espejos. Nunca habían tenido tal accesorio en ese lugar, en el que ahora se miran, se arreglan y se vuelven a mirar.
Lo dicen con gracia y a la vez: ¨A nosotras las niñas que nos gusta tanto vernos en espejos, está súper buena la idea¨, ¨Como somos varias, que no sea tan chiquitico es muy bueno porque uno se voltea y se puede ver bien, pues además hay espacio en los baños¨.
Las estudiantes de noveno grado hablan de los mejoramientos que se hicieron en los baños de la Institución Educativa Ecoturística Litoral Pacífico de Nuquí (Chocó), en la que estudian cerca de 800 niños y jóvenes.
Además de los tanques de agua que se instalaron y las dotaciones para los baños, Findeter ha estado al frente de la construcción de un auditorio de un poco más de 320 mts² y el arreglo de 6 aulas escolares. Una realidad posible gracias al Plan de mejoramiento y adecuación de colegios rurales del Ministerio de Educación, y en el que se han intervenido otras 466 sedes educativas en 19 departamentos y 78 municipios del país, de diciembre de 2018 a la fecha.
*Cimentación en concreto e instalación de columnas metálicas
¨Los trabajos comprenden arreglos o construcción de fachadas, techos y pisos, aulas, baterías sanitarias, cocinas y comedores escolares deteriorados por el clima o el paso del tiempo¨, explica Leonardo Martínez, gestor de proyectos de Findeter y quien no duda en calificar su trabajo como el más satisfactorio que hay. Tiene un equipo cercano a las 70 personas, la mayoría de la región, trabajando en el proyecto que ya está a pocos días de terminar.
*Auditorio del colegio en construcción
¨Cuando llegas a estas comunidades y les dejas espacios ventilados, iluminados, un piso que no se hunde, que no hace que las sillas cojeen, un tablero a buena distancia no tiene precio. Y son las cosas que te recargan de energía para seguir trabajando por los niños del país¨, concluye. Y no es para menos, cerca de 65.000 niños de todo el territorio nacional, se han beneficiado con este programa.
Dora Lucía Londoño, rectora del colegio, misionera de la comunidad Teresita y quien lleva 30 años dedicados a la docencia en el Chocó, dice que su mayor alegría es ver la ilusión de los niños con los nuevos espacios que se están construyendo. ¨En el aula máxima esperamos hacer desde las presentaciones culturales hasta la celebración de las festividades del pueblo como el día de la mujer, el día de la madre, el día de la afrocolombianidad, reunirnos para reforzar nuestra identidad cultural y cultivar la apropiación del territorio¨, dice emocionada.
*Avances de las obras
Y es que hasta hace unos meses las presentaciones pedagógicas y los eventos tenían que hacerse en un espacio de 45 mts², dejando a muchos por fuera de la función. ¨Era un lugar casi a la intemperie, en el que la comunidad acondicionó unas columnas y ladrillos y lo convirtió en su salón de reuniones. El auditorio que construimos tiene además una conexión con la cocina, y servirá como restaurante escolar¨, cuenta Leonardo.
¨Cada vez que íbamos a desayunar o almorzar algunos se tenían que quedar de pie y esperar a que los otros terminaran de comer, o nos dividían por salones porque no cabíamos. Ahora vamos a poder compartir y encontrarnos en ese espacio, la idea es que sea un colegio más unido¨, relata Luz Estela Moreno, alumna.
*Trabajos en el interior del aula máxima
La vida tranquila de los habitantes de Nuquí, después de la rutina de la pandemia, volvió a escuchar las risas y las charlas de los niños y jóvenes estudiantes en las calles. A las tres de la tarde termina la jornada escolar y con ella, el tiempo de la hermana Dora Lucía para pensar, trabajar un poco más y si hay tiempo, observar el atardecer.
Seguramente allí encontrará el nombre con el que inaugurará, dentro de unos días, el aula máxima del colegio de Nuquí.