La inclusión financiera y crediticia es un promotor del desarrollo económico y del crecimiento de las regiones para promover la intermediación entre el ahorro y la inversión.
Consciente de esta realidad, y con el ánimo de ofrecer una mayor cobertura a todos los actores de la economía surge una aproximación al concepto de economía popular y solidaria, que tiene unas características particulares, como, por ejemplo: ser unidades de baja escala, tener limitada participación en los mercados, baja demanda de sus productos y, por ende, un acceso restringido a créditos e innovación tecnológica.
Sin embargo, vale la pena aclarar que, aunque los términos son complementarios, existen diferencias entre economía popular y solidaria. La primera hace referencia a unidades económicas que buscan obtener una rentabilidad individual en una lógica de mercado donde se espera obtener ganancias. Aunque sus ingresos serían limitados y no tendrían capacidad de inversión.
En este segmento, se agrupan los restaurantes, tiendas de barrio, peluquerías, panaderías, empresas de confección, talleres de mecánica de baja escala, ferreterías pequeñas, alojamientos familiares y en general pequeños comercios de proximidad.
Por su parte, la economía de carácter solidario y comunitario engloba las organizaciones sin ánimo de lucro, son auto gestionables con un modelo de gobernanza que permite elegir a los representantes de modo democrático, no persiguen ganancias y por el contrario buscan el bien común sobre el individual.
En este grupo están las Junta de Acción Comunal (JAC), cooperativas, fondos de empleados, asociaciones mutuales, cabildos indígenas, organizaciones civiles y asociaciones de productores.
Debido a esto, el Gobierno nacional, en el marco del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, planteó la necesidad de impulsar la economía popular y solidaria mediante tres tipos de acciones:
- Asistencia para fortalecer la capacidad asociativa de las organizaciones
- Acompañamiento técnico
- Promoción a la inclusión financiera con la creación de líneas de crédito.
En este sentido, la Banca de Desarrollo Territorial, Findeter, tiene como estrategia crear las condiciones y herramientas necesarias para garantizar el ingreso a un número de empresas, independientes y organizaciones que han tenido dificultades para acceder al crédito formal, por falta de conocimiento o por no contar con los requisitos que exige el sistema financiero.
Por esta razón, desde Findeter se estructura un portafolio de productos acorde a sus necesidades. Uno de ellos es la línea de redescuento con tasa compensada para VIS y VIP urbano y rural que tiene como objetivo que las personas tengan no solo un espacio dónde vivir, sino un sitio seguro, inclusivo y digno que genere estabilidad y promueva el desarrollo económico.
Esta línea de crédito con redescuento tiene dos enfoques: el primero se centra en la adquisición de vivienda a través de intermediarios financieros, especialmente del sector cooperativo.
En el segundo enfoque se ofrece acceso a capital de trabajo para emprendedores, y pequeños empresarios que participen en el desarrollo de proyectos de vivienda VIS.
Apuesta por la asociatividad
Otra de las acciones del Gobierno es promover la capacidad asociativa de las organizaciones, y justamente, una de las características fundamentales de estos actores es su distribución en formas asociativas, con el fin de atender a sus miembros y promover el bienestar social de sus comunidades.
“El tema de la asociatividad y solidaridad cobran un significado relevante, ya que las personas se organizan en torno a un tema en común y lo sacan adelante con el fin de enfrentar sus problemáticas sociales y económicas”, señala Sandra Blanco, directora de Estudios Económicos de Findeter.
En ese sentido, la Banca de Desarrollo Territorial, como socio del Gobierno nacional, podrá otorgar crédito directo a las JAC y a las Juntas de Vivienda Comunal (JVC) y podrá contratar de manera directa a través de convenios solidarios a organizaciones de acción comunal, comunitarias, indígenas y afrodescendientes para promover el desarrollo territorial.
Ahora que el Gobierno dentro de su política pública estatal, ha decidido impulsar la economía popular y solidaria para mejorar la calidad de vida de estas personas, Findeter se convierte en un aliado estratégico para innovar y plantear soluciones que permitan atender este segmento fundamental para la economía nacional.