Varios factores hacen que las islas de Old Providence y Santa Catalina constituyan un microcosmos singular: su larga historia de colonización a manos de europeos que llegaron con africanos esclavizados desde comienzos del siglo XVII, la ubicación geográfica en el mar Caribe a 80 km al noroeste de la isla de San Andrés, ser parte de la reserva de la Biosfera, poseer una barrera coralina de 32 km de extensión y el Parque Nacional Natural McBean Lagoon, ser habitadas por el pueblo raizal, grupo étnico anglo-caribeño que ha poblado las islas durante más de 400 años y que con su cultura, forma de vida y prácticas sostenibles de subsistencia es el responsable del buen estado de conservación de los recursos naturales.
Este capítulo comprende dos partes. La primera incluye datos sobre la historia de las islas y los procesos de colonización originados en medio de las disputas entre ingleses y españoles desde 1627 por un lugar estratégico en el Caribe, lo mismo que información histórica reciente, tomando como base fuentes historiográficas que he contrastado con aspectos significativos de la cultura, según fuentes orales e investigaciones previas. La segunda parte explica por qué la cultura raizal tiene raíces ancestrales, sus características más representativas, la forma como se entrelazan de manera integral todos los aspectos que la componen y la gran persistencia de su gente por conservarla y mantenerla, incluso en un medio global y cambiante, al igual que lo han hecho con el ecosistema donde habitan. Un elemento fundamental de esta sociedad es su lengua, el creole o inglés caribeño, también llamado kriol, cuya tradición oral está fuertemente arraigada a la vida cotidiana y a la memoria sobre el territorio, que es trasmitida generacionalmente.
Por Old Providence y Santa Catalina pasaron indios miskitos provenientes de las costas centroamericanas, corsarios, contrabandistas y constructores de barcos holandeses y alemanes, hasta que llegaron los primeros colonizadores en busca de tierras fértiles para sembrar tabaco, como parte del programa de expansión colonial de empresas puritanas de Inglaterra. Las más conocidas son la Company of Merchants and Adventtures of New Westminster (1627-1629) y la Providence Island Company para la explotación de las islas Occidentales (1630-1641). Luego llegaron ingleses provenientes de Jamaica con sus esclavos africanos y con el paso del tiempo fue surgiendo la mezcla racial de la cual descienden los raizales.
En los siglos XVII y XVIII hubo varias pugnas por la posesión de las islas entre España e Inglaterra, el poder cambió de manos según el éxito de las incursiones. En 1803, el Archipiélago pasó a la jurisdicción del Virreinato de la Nueva Granada, y en junio de 1822 se adhirió a la nueva República de Colombia. Los descendientes de todo este proceso, el pueblo raizal, poseen una cultura insular con características comunes a las de otras poblaciones afrocaribeñas que fueron objeto de colonización anglosajona en los siglos XVII y XVIII. Se representa en el pensamiento, la religiosidad, la relación con la naturaleza, los modos tradicionales de pesca, la agricultura, la arquitectura, la navegación, las relaciones de parentesco, la lengua y la música. Tres hechos hacen doler el alma raizal: la declaratoria del Puerto Libre en 1953, que trajo nefastas consecuencias a la cultura nativa, la pérdida de territorio marino en 2012, debido al fallo de la Corte Internacional de Justicia de la Haya (diferendo Colombia-Nicaragua) y el paso del huracán Iota en noviembre de 2020, que arrasó con parte de la historia y la vida de dos valientes hombres.
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