Cali es la sede del evento más importante a nivel mundial para la preservación de la biodiversidad. En esta edición de Contexto Económico hablamos sobre cuáles son los principales desafíos globales, nacionales y locales asociados con este encuentro.
En capital del Valle del Cauca se realiza la 16ª Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP 16). Este evento denominado Paz con la Naturaleza es el escenario para generar acciones que conduzcan a un cambio de largo aliento en el relacionamiento con la naturaleza y la preservación del medio ambiente. Desde la designación oficial de la capital del Valle del Cauca como ciudad anfitriona, la COP 16 plantea una serie de desafíos de índole global, nacional y regional.
El primer desafío consiste en monitorear el cumplimiento de los compromisos definidos en el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal de 2022. Este marco constituye la hoja de ruta a 2030 para revertir la pérdida mundial de biodiversidad. Dentro de las metas fijadas, destacan la conservación del 30 % de la tierra y de los océanos, la producción agrícola sostenible y la visibilización del rol de los pueblos étnicos en la conservación. Con este derrotero, se busca obtener financiamiento por USD 200.000 millones (por año) para la promoción de iniciativas de cuidado de la biodiversidad.
Por su parte, el Gobierno nacional presenta oficialmente las Estrategias Nacionales y Planes de Acción en Biodiversidad (NBSAP, por sus siglas en inglés). Estas estrategias establecen los compromisos nacionales en materia de cuidado de la biodiversidad ydentro de sus líneas de acción se encuentran:
i) La gestión territorial de la biodiversidad.
ii) La transformación del modelo productivo.
iii) La atención de la informalidad y los delitos ambientales.
iv) La movilización de recursos para la gestión de los territorios.
Se espera que a 2030 el país movilice el 3 % de su Producto Interno Bruto (PIB) para financiar iniciativas de reconversión productiva y lograr la conservación del 34 % del territorio. Con base en esta estrategia, el desafío de Colombia será posicionar la política nacional de preservación del medio ambiente como un ejemplo a nivel internacional buscando atraer recursos económicos y cooperación técnica.
Toda esta apuesta de país se enmarca en la Política de planificación del territorio alrededor del agua y el desarrollo urbano y rural a partir de infraestructura sostenible. En tal sentido, el Gobierno ya cuenta con resultados para mostrar. Los programas liderados por el Ministerio de Ambiente para luchar contra la deforestación, tales como como Conservar paga, han llevado a logros significativos. Las cifras recientemente presentadas señalan que el área deforestada en 2023 fue la más baja registrada en los últimos 23 años, al llegar a una superficie de 79.256 hectáreas (ha) en todo el país.
Colombia tiene el reto de seguir invirtiendo en infraestructura resiliente y sostenible. Por este motivo, el Gobierno promueve la adopción de los Lineamientos de Infraestructura Verde Vial (LIVV) para que la construcción de infraestructura de este tipo no genere daños ambientales ni sociales. También se avanza, desde las regiones, en la transición hacia Fuentes No Convencionales de Energía Renovable (FNCER).
Con la entrada en operación comercial de proyectos de energía solar, ubicados mayoritariamente en la costa caribe, la construcción de pequeñas centrales hidroeléctricas y de parques de energía eólica, principalmente, el Gobierno actual espera contribuir en la transición hacia una matriz energética diversificada y sostenible.
A nivel normativo, Colombia cuenta con un andamiaje institucional que le permite identificar aquellos proyectos que incorporan objetivos verdes: la Taxonomía Verde. Esta herramienta permite movilizar recursos financieros internos y externos para dar cumplimiento a los objetivos y compromisos ambientales del país.
Finalmente, la COP 16 es una apuesta por la reactivación económica de Cali y el Valle del Cauca. Con la exención del IVA a las actividades preparatorias de la COP 16, la inversión de la Alcaldía de Cali por COP 50.000 millones para infraestructura, el fortalecimiento del sistema de transporte masivo (MIO), y el gasto generado por la llegada de cerca de 15.000 delegados extranjeros, la región espera obtener ingresos por USD 25 millones y crear 5.200 puestos de trabajo.
Así como los Juegos Panamericanos organizados por Cali en 1971 dieron un impulso a la ciudad gracias a la construcción, entre otros, del aeropuerto internacional Alfonso Bonilla Aragón y la autopista Suroriental, el desafío para esta ciudad y el departamento consiste entonces en apalancarse en esta nueva cita de la COP para lograr posicionarse como un destino atractivo y sostenible en el largo plazo.
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