¿Cómo avanza la actividad económica de la región al inicio de año?

En los primeros meses de 2024, la economía de América Latina muestra signos de recuperación a pesar de los desafíos que enfrenta. En Contexto Económico presentamos un panorama general de la actividad económica en la región.

Durante los primeros meses de 2024, la economía de América Latina ha mostrado una trayectoria mixta que evidencia tanto la resiliencia, como los desafíos que enfrenta. Tras un 2023 caracterizado por altos niveles de inflación y políticas monetarias restrictivas, el panorama para este año comienza a presentar signos de cambio.

Con la inflación encaminándose gradualmente hacia los objetivos establecidos, los bancos centrales de la región continuaron los ciclos de disminución de tasas de interés, buscando equilibrar el crecimiento y el control inflacionario. Este escenario sugiere una recuperación y ajuste económico que varía de un país a otro, pero en general, indica una transición hacia una mayor estabilidad económica, manteniendo aún la cautela ante la incertidumbre global y los retos internos que persisten.

La economía de Chile se destaca por una recuperación evidente, reflejada en un crecimiento del 2,3 % en el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de enero. Este incremento, que supera las expectativas de los analistas, es el resultado del dinamismo en la creación de bienes, el comercio y los servicios. La producción industrial y las ventas minoristas, que mostraron signos de fortaleza, han sido los factores clave detrás de este avance.

Con proyecciones que oscilan entre el optimismo del Ministerio de Hacienda (Producto Interno Bruto (PIB) 2,5 % para 2024) y la cautela del Banco Mundial (PIB 1,8 % para 2024), Chile navega el año con la promesa de consolidar su crecimiento. Por otro lado, la economía colombiana muestra una tendencia positiva con un crecimiento del 1,6 % en enero, impulsado principalmente por las actividades primarias como la agricultura y la minería.

Aunque los sectores de la industria y la construcción han enfrentado caídas significativas durante 2023, el país ha demostrado un crecimiento sostenido que refleja su capacidad de resiliencia, destacando el avance del sector de servicios en la economía colombiana, ofreciendo una base para el crecimiento futuro.

Brasil, la economía más grande de la región, descendió en enero a su nivel más bajo en 10 meses, con un crecimiento del 0,6 % intermensual, aunque muestra un alentador crecimiento del 3,4 % interanual. Este desempeño para el inicio de año refleja un menor dinamismo al esperado, pero, aun así, el Banco Central de Brasil elevó del 1,7 % al 1,9 % su proyección del PIB para 2024.

En cuanto a las ventas minoristas, estas crecieron en un 2,5 % en términos intermensuales en enero, mostrando un mejor comportamiento con respecto al -1,4 % observado en diciembre. La actividad industrial por su parte cayó un -1,6 % en términos intermensuales, con expectativas de que los ajustes en la política monetaria del Banco Central apoyen una recuperación sostenida a lo largo del año, aunque la inflación sigue siendo un factor de preocupación.

La economía de México enfrenta por su parte desafíos significativos, con una contracción del -0,6 % en enero en términos mensuales, marcando el inicio del año con señales de enfriamiento económico. Este retroceso, liderado por contracciones en el sector primario y ciertas áreas de servicios, destaca la necesidad de políticas enfocadas en la reactivación económica. Sin embargo, la expectativa de un repunte basado en el consumo interno, debido a una inflación que se ha venido suavizando y un mercado laboral fortaleciendo, ofrece un panorama alentador para la economía mexicana.

A pesar de los signos de recuperación económica en los países de la región, son varios los desafíos que deberán enfrentar a lo largo del año. Mientras Chile y Colombia muestran signos claros de avance, Brasil y México experimentan una mezcla de oportunidades y obstáculos. Este inicio de año establece el tono para lo que será un periodo de ajuste y potencial crecimiento, donde la resiliencia y las políticas adaptativas serán claves para superar las adversidades y aprovechar las ventas de la región.

Durante los próximos meses, el comportamiento de la actividad económica de los países analiza dos dependerá, entre otros factores, de la evolución de la inflación en cada economía, los precios de los commodities y el ritmo de reducción de tasas de interés por parte de los bancos centrales de la región.

Ahora bien, conviene analizar el comportamiento reciente del índice de confianza al consumidor, un indicador líder del consumo que, al ser la variable con mayor representatividad en la actividad productiva de los países, brinda señales sobre el desempeño de las economías de la región durante los próximos meses.

A través de un ejercicio de correlaciones cruzadas, se encontró que para Chile, México y Colombia los resultados en materia de confianza en el periodo t-1, t-2 y t-3 están relacionados con la actividad económica en el periodo t. La percepción de los consumidores se ve materializada en sus decisiones de gasto 1, 2 y 3 meses después. En este sentido, es posible afirmar que, a partir de la información reciente, se espera una reactivación económica para la economía de Chile y México. Sin embargo, para Colombia el índice de confianza al consumidor se ha venido deteriorando, mientras que para Brasil la correlación entre ambas variables es leve.

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