Casos de exito
Indígenas Murui crean productos de belleza a partir de aceites esenciales
Cúrcuma, albahaca hembra y macho, limoncillo, cidrón, azafrán, canela moena, comino, ortiga, flor del matamata roja y muchas más son apenas algunas de las plantas que se han destilado durante miles de años para extraer aceites esenciales. Esta técnica milenaria utilizada por las comunidades indígenas son las mismas que continúan empleando los Huitotos de la Amazonía colombiana.
Y justamente, un ejemplo de este tipo de trabajo transmitido de generación en generación, lo realiza la comunidad Huitoto Kilómetro 11, ubicada en la vía Leticia/Tarapacá, se trata de unas de las etnias que han cultivado con mayor arraigo las costumbres ancestrales de sus antepasados.
En realidad, los saberes que heredaron de sus padres y abuelos –quienes usaban la medicina natural para curar sus males– ahora son aprovechados, como medio para generar recursos.
Gracias a la técnica de destilación de diferentes plantas y a la asesoría de la química farmacéutica Adriana Jiménez, en el marco del proyecto “Buen Vivir”, los Murui han logrado combinar sus conocimientos tradicionales con técnicas modernas, para fabricar a partir de aceites esenciales, champú para la caída y tintura del pelo, bloqueador solar, aceites y pomadas para dolores articulares, cremas y aceites para manchas y arrugas de la piel, y ungüentos para los hongos.
La farmacia y medicina alternativa del Amazonas está basada en el conocimiento ancestral que tiene una visión holística en el proceso de curación.
“Desde tiempos remotos, nosotros hemos trabajado con plantas nativas de nuestra región para curar enfermedades. Sin embargo, éramos conscientes de que, aunque había grandes aciertos y avances, necesitábamos una asesoría, teníamos muchas dudas por resolver y requeríamos recursos, fue así como nos presentamos a la convocatoria”, señala Libardo Santana Flores, Coordinador de la Asociación Plan Salvaguarda Murui del Capítulo Leticia Kilometro 11.
El programa “Buen Vivir”, diseñado por el Ministerio del Interior, y que tiene como aliado estratégico a Findeter que brinda la asistencia técnica, tiene como objetivo fortalecer los sistemas de gobierno propio de los pueblos y comunidades indígenas.
En todo este proceso de acompañamiento, Jiménez ha sido parte fundamental del proceso, “llevo 15 años trabajando con las comunidades indígenas y a la hora de elaborar los productos, los esfuerzos han sido enormes por no contar en algunas ocasiones con sistemas de alcantarillado, lo que implicaba tomar el agua desde el río y llevarla a hombros hasta el laboratorio itinerante, o ingeniarse la manera de diseñar equipos que trabajarán con leña porque no había electricidad”, indica Jiménez.
Sin embargo, esto no ha sido impedimento para lograr un producto de excelente calidad, respetando el legado y saberes tradicionales del pueblo Murui.
A pesar de la experiencia de trabajar con este tipo de comunidades, el conocimiento y la sapiencia de la comunidad no dejan de sorprenderla, “ellos son tan sabios e intuitivos que sin necesidad de tener un elemento que les permita medir un determinado ingrediente, ya saben que su puño es el equivalente exacto a media onza en una pesa convencional”, señala Jiménez.
Los habitantes de la Amazonía se han convertido en los mejores alquimistas porque desde que nacen están en continuo contacto con la naturaleza y las plantas medicinales, así lo asegura Aydee Aga, líder indígena del pueblo Murui, interprete y gestora cultural de las abuelas, encargada de transmitir el conocimiento en el uso y manejo de las plantas, “desde nuestros antepasados, ellas han sido las encargadas de enseñar las propiedades y el respeto hacía las plantas por su poder sanador y embellecedor”.
Aunque reconocen que aún queda un largo camino por andar, se sienten orgullosos de los logros y avances que han tenido. Y su meta es seguir creciendo, apostarles a nuevos productos, crear su propia marca, y por qué no en el mediano plazo llegar a exportar. Nunca hay que dejar de soñar.